Obesidad y apnea del sueño, ¿guardan relación?
La obesidad es un trastorno que provoca en el cuerpo humano más problemas de los que realmente pensamos, y uno de ellos es la apnea del sueño. De hecho, es la principal causa de apena, seguida del tabaco, las alteraciones anatómicas y el sedentarismo. Seguir un estilo de vida saludable nos ayudará no solo a sentirnos mejor con nosotros mismos, sino también a reducir en gran medida la probabilidad de sufrir apnea y evitar llevar mascarilla (CPAP) mientras dormimos.
La apnea del sueño y la obesidad se encuentran estrechamente ligadas. Y es que las personas con sobrepeso presentan un tejido adicional en la parte posterior de la garganta que les bloquea el flujo de aire, induciendo al paciente a sufrir apnea. De igual modo, cuando se sufre obesidad, ese exceso de grasa afecta al volumen pulmonar reduciendo las fuerzas de tracción longitudinal de la tráquea y la tensión de la pared faríngea, produciéndose un colapso de la vía aérea. Este es un problema que afecta al 10% de la población, siendo entre los mayores de 65 años en un 20%.
Las personas que padecen apnea obstructiva del sueño (AOS) grave tienen más riesgo de sufrir a posteriori un ictus, un infarto, diabetes u otras enfermedades crónicas. Según datos aportados por la Sociedad Española del Sueño, siete de cada diez pacientes con apnea sufren obesidad (el 70% de las personas que la sufren). De este modo, el aumento del 10% del peso corporal multiplica hasta por cinco las posibilidades de sufrir AOS severa.
Pero la relación entre la obesidad y la apnea del sueño no queda ahí. Está demostrado que la AOS ocasiona un importante estrés metabólico con alteración de ciertas moléculas (leptinas o grelinas) que genera un aumento del apetito, por lo que acaba estableciéndose un círculo vicioso. Y es que al final, la obesidad incrementará la apnea y por su parte la apnea no facilitará la reducción de peso.
Desde TerapiaCPAP ponemos a tu disposición al mejor equipo multidisplinar de profesionales que te mostrará la relación entre la obesidad y la apnea del sueño. Te explicarán el tratamiento más efectivo existente para evitar ésta desembocase en otras patologías crónicas o enfermedades cardiovasculares.
La relación entre la apnea del sueño y la obesidad deriva en una vinculación también con las enfermedades cardiovasculares, ya que la apnea provoca un lapso en la respiración, debido a que el suministro de oxígeno del cuerpo desciende bruscamente. En este momento, la presión arterial aumenta y la frecuencia cardiaca también, repitiéndose el ciclo constantemente durante la noche y pudiéndole causar al paciente una inflamación o aterosclerosis (acumulación de placa en los vasos sanguíneos) asociada con ataques cardíacos, derrames cerebrales y presión arterial alta.
Causas de la relación
Como bien hemos comentado con anterioridad, la vinculación entre la apnea del sueño y la obesidad procede que al tener más sueño necesitamos un mayor aporte energético para mantenernos despiertos, por lo cual consumimos alimentos con más calorías y menos naturales.
De igual modo, al estar más cansados, tendremos menos ganas de movernos durante el día y de hacer ejercicio, y si se hace, será de menor intensidad. Al final, acabaremos optando por un método de sedentarismo nada beneficioso para nuestra salud.
Hacer ejercicio, el mejor remedio
Un estudio presentado por el Hospital de Bellvitge de Barcelona demuestra que al perder peso se logra que tres de cada diez pacientes puedan dejar de llevar mascarilla para dormir (CPAP) y reducir la gravedad de la apnea en el 60% de los casos. Por su parte, un equipo del Hospital Brigham and Women y la Escuela de Medicina de Harvard se propuso analizar la situación de 138.000 hombres y mujeres que no tenían apnea. Al final del estudio, que duró de 10 a 18 años, concluyeron que 8.733 pacientes habían desarrollado el trastorno. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar, al menos, 150 minutos de actividad moderada a la semana.
Cambiar los hábitos alimenticios, una solución
Si ya sabemos que la vinculación entre la obesidad y la apnea del sueño es importantísima, entonces lo más importante es realizar un trabajo mental, ya que las personas con AOS sufren una reducción de la leptina (hormona supresora del apetito) y un aumento de la grelina (hormona estimulante del apetito). Por tanto, se practique o no ejercicio moderado, los cambios en la dieta serán fundamentales para obtener un sueño completo y reparador.
El tratamiento para las personas obesas con apnea
El proceso de solución de la apnea del sueño es bastante complejo y largo, pero debe ser multidisplinar al intervenir factores metabólicos, endocrinos y anatómicos, incluso el otorrinolaringólogo. Aunque no siempre es posible curarla del todo, sí se puede alcanzar una notable mejora en la calidad de vida que no siga interrumpiendo el sueño ni del paciente ni de su entorno.
Además de seguir un estilo de vida saludable, no hay mejor forma de frenar la relación entre obesidad y apnea del sueño que evitando la posición boca arriba y durmiendo de lado.
Como has podido comprobar a lo largo de este artículo, tu peso corporal será determinante para la aparición de posibles episodios de apnea obstructiva del sueño, así como patologías crónicas posteriores. ¡No lo dudes, contáctanos y aplica un cambio drástico a tus hábitos de vida!
Terapia Cpap
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